LA COLMENA FIJA LANGSTROTH

La colmena fija se utiliza en la apicultura sedentaria o fija, en la que la ubicación de la colmena no varía. Las abejas de las colmenas fijas tienen una única zona de recolección restringida alrededor de la colmena y dependen totalmente de los recursos que haya en ese entorno que limita su producción, por lo que en zonas donde haya espacios largos de tiempo entre floraciones se tendrá que alimentar la colmena artificialmente.

La colocación de la colmena, fija o trashumante, no puede ser de ninguna manera al azar. Pero en la fija hay que ser más exhaustivo a la hora de valorar la ubicación, ya que la colmena estará durante las cuatro estaciones en el mismo punto. El apicultor, previamente ha de evaluar el entorno botánico y estudiar el potencial melífero de la zona.

Criterios a tener en cuenta:

  • El clima local
  • Relieve del terreno
  • Puntos de acceso a agua
  • Actividades humanas o industriales
  • Hábitat y proximidad humana

El terreno debe de ser:

  • Seco y bien drenado, es deseable que pueda secarse rápidamente después de la lluvia
  • Protegerlo de los vientos dominantes
  • Soleado, direccionar la colmena hacia el sureste para que los primeros rayos del sol entren por las piqueras y despierten a las abejas, recalentando y dinamizando la colonia
  • La pendiente no puede ser muy fuerte
  • Entorno cubierto de árboles, semi-sombreado
  • Accesible y práctico, ara poder transportar regularmente materiales de peso considerable (colmenas habitadas, alzas, cosecha…) Es más que recomendable poder acceder al terreno cómodamente con un vehículo motorizado o mínimamente con una carretilla.
  • Tener un punto de agua natural o artificial como abrevadero de abejas, si es posible, rico en materia orgánica.
  • Es recomendable tener la máxima variedad vegetal posible para garantizar una floración duradera

Evitar:

  • Las zonas de gran humedad constante; estanques, mar, embalse…. Esto favorece la aparición y desarrollo de enfermedades aumentando la mortalidad
  • Zonas inundables
  • Zonas dónde la niebla se establece a menudo
  • Zonas de acumulación de nieve
  • Montículos desnudos con fuertes vientos
  • La sombra completa debe evitarse, puesto que puede frenar la dinámica de la colonia y disminuir la actividad de la recolección en la mielada
  • Las líneas de alta tensión
  • Cultivos intensivos en los que se utilicen pesticidas

Consejos:

  • Adaptar el número de colmenas al entorno
  • Mantener una distancia de tres kilómetros de otros colmenares
  • Un seto protege eficazmente del viento las colonias, pero también un muro, una valla….
  • Aportar claridad a la colmena
  • Crear un micro-clima entorno al colmenar con tres vallas para proteger del viento e inclemencias

 

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