El beneficio que reportan las abejas al ecosistema, y por ende, al ser humano es indiscutible. Sin embargo, las abejas pueden constituir un riesgo para ciertas personas. En el caso de las picaduras de estos insectos, el veneno puede causar un riesgo vital por poder ocasionar una reacción a su veneno.

ALERGIA VS ENVENENAMIENTO

La reacción anafiláctica, es a menudo fulminante. No es más que una de las manifestaciones alérgicas al veneno de las abejas. Hay que tomarse en serio esta enfermedad ya que podría tener consecuencias fatales. Es importante diferenciarla de los accidentes tóxicos, que son causados por un envenenamiento masivo tras recibir una gran cantidad de picaduras. En este caso el daño no lo causa la reacción alérgica, el causante es la gran cantidad de veneno introducido en el organismo.

La alergia a la picadura se va desarrollando a lo largo del tiempo, debido a la exposición al veneno de las abejas. Su prevalencia es del 1% de la población. La alergia es una reacción de hipersensibilidad inmediata por IgE (inmunoglobulinas de tipo E). Estos anticuerpos los crea el organismo al detectar al veneno como una sustancia extraña potencialmente peligrosa. Una vez creada esta fuerza especializada en combatir a esta sustancia, se activará en posteriores contactos, causando la sintomatología. Los síntomas de una reacción alérgica se suceden al poco de recibir la picadura. Se clasifican cuatro estadios según la gravedad de los síntomas.

En un primer momento, el paciente suele sufrir de picor acompañado de enrojecimiento e infamación cutánea. En un segundo estadio aparecen síntomas digestivos, nauseas, dolores abdominales, diarreas o vómitos. En el tercer estadio se presentan los síntomas respiratorios, pudiendo desembocar en problemas cardíacos y al final, en una reacción anafiláctica

CONDUCTAS A TENER EN CUENTA ANTE UNA PICADURA DE ABEJA

Al recibir la picadura, deberemos retirar con cuidado el aguijón. Durante la operación, evitar comprimir el saco de veneno. En caso de reacciones locales, el punto de punción debe de desinfectarse y mantenerse limpio.

Por seguridad, tras la picadura, vigilar la aparición de síntomas de gravedad durante la siguiente media hora. Cuando la picadura se produce en la mano, retirar inmediatamente los anillos, el reloj y pulseras, ya que tendremos que prever una inflamación de la zona. Si sucede en cuello y cara, se corre el riesgo de reacciones locales peligrosas y se puede precisar de medicación.

En las reacciones alérgicas, los síntomas ocurren a distancia de la zona de la picadura (urticaria generalizada, edema, malestar, confusión, dificultades respiratorias, perdida de la consciencia, etc…). Es recomendable acudir a los servicios sanitarios de urgencia. Cuando haya posibilidad de sufrir más picaduras, su médico le indicará como actuar ante una picadura y le instruirá en el uso y manejo de los fármacos pertinentes. Es importante tenerlos cerca, siempre que pueda haber riesgo de picaduras

Algunos consejos permiten del mismo modo limitar la actividad del veneno. La toxina que posee el veneno de la abeja es termolábil, por lo que puede ser inactivada exponiéndola a una fuente de calor. En este caso, habrá que vigilar meticulosamente para no realizar una quemadura al paciente.

TRATAMIENTO ANTE LA ALERGIA AL VENENO DE LA ABEJA

El tratamiento de una alergia se basa en tres líneas: la exclusión, los medicamentos y la desensibilización.

La exclusión consiste en evitar el contacto con la sustancia a la que se es alérgico. En el caso de la alergia al veneno, hay que respetar escrupulosamente las medidas de seguridad si se desea seguir como apicultor.

La toma de medicamentos permite únicamente aliviar los síntomas de la alergia. No podrá ser tratada a largo plazo, ni variará la evolución a causa de la toma de fármacos.

Para una solución curativa, hace falta la desensibilización o inmunoterapia específica admitida por la OMS mediante vacunación. De esta manera, se ataca la misma causa de los síntomas alérgicos, y permite, del mismo modo, evitar la toma de medicamentos. Este tratamiento se puede realizar de diversas maneras y es preferible consultar directamente con un alergólogo. Desde la década de los 80, muchos estudios han demostrado la eficacia de las desensibilizaciones a los venenos de los himenópteros (un 80% sucede por el veneno de abeja)

MINIMIZAR LOS RIESGOS DE LA ALERGIA AL VENENO DE LAS ABEJAS

Para evitar desarrollar la alergia al veneno de la abeja, la mejor solución consiste en evitar la picadura de este insecto. Aún siendo un apicultor experimentado como uno amateur, se deberían de respetar siempre escrupulosamente las medidas de seguridad. Previamente hay que asegurarse de que no haya ninguna persona alérgica alrededor. En el caso de haber desarrollado la alergia, hay que instruirse en la actuación ante una picadura, como ya se ha mencionado anteriormente.

Un apicultor experimentado, deberá conocer las recomendaciones y las precauciones a tomar. Es el responsable para que se cumplan las normas en vigor concernientes a la colocación de las colmenas: distancia a mantener con la vía pública y con los vecinos, número de colmenas autorizadas, mantenimiento de la señalización dónde se indica la presencia de abejas,…

Para la manipulación de las abejas, es obligatorio seguir las normas europeas, portando un traje de apicultor. Este equipamiento (ropa, casco,…) asegura una protección optima contra las picaduras.

Muchas personas creen erróneamente que los trajes clásicos les pueden proteger. Sin embargo, teniendo en cuenta que en la picadura, el aguijón de la abeja puede alcanzar los 10 milímetros, se podría decir que éste puede traspasar fácilmente un pantalón vaquero o similar.

Alrededor de las colmenas, en un perímetro respetable, hay que seguir igualmente algunas normas de seguridad. Siempre que sea posible, hay que evitar perfumes y colonias; atraen a los insectos y los perturban. Del mismo modo, se recomienda llevar calzado adecuado, como unas botas de agua, evitando dejar zonas expuestas a las picaduras.

Si una abeja se le acerca y vuela alrededor, es importante no entrar en pánico. Los movimientos bruscos las suelen molestar y las incitan a picar para defenderse. Para terminar, para la práctica de la apicultura, es de vital importancia tener a mano un kit completo para atender ante una picadura.

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